Las nuevas generaciones no aceptarán que eso no cuenta porque ocurrió “en la época neoliberal”. El calentamiento del planeta y sus consecuencias es lo que les preocupará y ocupará, no interpretaciones maniqueas de la historia. Un gobierno que se jacta de humanista no debe permitir, destacaría lo que percibo como alguien que se dedica a buscar capital para financiar proyectos de emprendedores sociales y ambientales en México y América Latina. Con esta política energética estamos dejando ir al mayor tren de oportunidades de crecimiento en esta década y muy probablemente otra más: la innovación y la inversión para salvar al mundo de la amenaza climática.