México, a 12 de agosto-. En proceso de evolución urbana, ente cuyos elementos destaca la movilidad, las principales ciudades de América Latina, expresa el especialista Rodrigo Madariaga Barrilado. Necesaria para la conectividad entre millones de habitantes, pero simultáneamente con el reto de garantizar sostenibilidad que cumpla con acuerdos ambientales signados a nivel internacional.
De los principales retos que afrontan las ciudades en Europa es la movilidad urbana. Esto se ve reflejado en la participación de gobiernos, empresas y sociedad civil. Por otro lado, han desarrollado fuertes vínculos entre una movilidad urbana más sostenible y el crecimiento económico. Después de la pandemia ha cobrado mayor fuerza como parte de la recuperación, advierte el especialista en movilidad urbana e inteligente.
Si bien hay iniciativas en América Latina , como la comunidad Latam Mobility, todavía se ven lejos las labores que se realizan en comparación con Europa. Caso específico España, donde montaron MOGY, Feria de la Movilidad y la Sostenibilidad, cuyo objetivo es fomentar los hábitos y consumo respetuoso con el medioambiente.
Adicionalmente, el Rodrigo,Madariaga Barrilado explica que, otra iniciativa de la capital española es “Madrid Green Urban Mobility Lab”, entre cuyas principales metas se encuentra impulsar el desarrollo sostenible y tecnológico de la movilidad urbana, posicionando a Madrid como referente en esta materia.
Asimismo, impulsará la cooperación público – privada como palanca que impulse el desarrollo. Promoverá la innovación tecnológica y los proyectos de I + D, explotará sinergias comerciales y de marketing; también solicitará posibles subvenciones y fondos de la Unión Europea para proyectos relacionados con la movilidad urbana.
Reglamentación y leyes son necesarias
“De igual manera, tengamos en cuenta que existen otros objetivos en las agendas de movilidad sostenible como son reducir los efectos de la movilidad en el cambio climático, mejorar los sistemas de movilidad urbana, incorporar nuevas tecnologías, ampliar e integrar distintos modos de transporte sostenible, y aumentar el número de usuarios de transporte público, bicicleta y otros modelos compatibles con la movilidad sostenible”.
Rodrigo Madariaga Barrilado expone que, el camino a seguir para que estas iniciativas y modelos operen en América Latina es tener con en reglamentación y leyes que simplifiquen la movilidad sostenible. Como España, que en 2020 dictó la Ley de Emisiones Medias de Combustibles Corporativas y normativas a la Ley de cambio climático y transición energética.
“Además de las legislaciones, también es necesario el flujo de recursos, ya que mientras en Europa los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (FEIE) sumaron a la movilidad urbana 16 mil 300 millones de euros entre 2014 y 2020, y 200 millones más a través del Mecanismo «Conectar Europa» (MEC) – Transporte; en América Latina, nos encontramos de entrada con que la inversión extranjera directa (IED) cayó en 34.7% durante 2020”.