La arquitectura biofílica es la capacidad para crear ciudades que respeten la naturaleza y los procesos vitales realizados por la misma. Dicho concepto se deriva del biomorfismo, movimiento artístico que se centra en el poder de la vida natural y utiliza formas orgánicas de la biología.
Al desarrollar edificios bajo esta filosofía se busca integrarse a un entorno natural de forma respetuosa, es decir, sin dañar los alrededores ni comprometer la existencia de ecosistemas y de los seres vivos que lo habitan.
Los primeros en acuñar el concepto fueron el filósofo alemán Erich Fromm al referirse al “amor a la vida como un antónimo de necrofilia”, en el libro “Destructivenes”. Mientras, el biólogo Edward O. Wilson lo usó para explicar la necesidad del ser humano de estar en contacto con la naturaleza.
Al igual que muchos otros conceptos, este tipo de arquitectura se basa en premisas esenciales para que se cumplan la creación de entornos verdes. De acuerdo con Slow Estudio (estudio arquitectónico) estas bases son:
Integración y respeto a los espacios naturales
Utilización de sistemas constructivos y materiales con menor impacto ecológico para la ciudad
Generación de un ambiente sano
Optimización y organización de lugares
En el pequeño poblado costero de Mahahual, Quintana Roo, donde los cruceros marcan el ritmo…
México podría convertirse en una potencia mundial en inteligencia artificial (IA), digitalización y relocalización de…
La UNAM es la institución de educación superior más grande del país entre las más…
Tener una casa en un Pueblo Mágico es mucho más que adquirir una propiedad en…
La expansión industrial en México está abriendo un nuevo frente de oportunidades para el mercado…
La actividad industrial mostró en agosto una nueva caída interanual, aunque aún conserva un saldo…