La reciente administración encabezada por Paty Lobeira deja como sello distintivo una intervención urbana sin precedentes; la rehabilitación integral de más de 600 espacios públicos que modificaron la relación entre ciudadanía y entorno construido.
La estrategia, desarrollada durante cuatro años por la alcaldesa porteña, priorizó la creación de áreas dignas, seguras y funcionales, concebidas como núcleos de convivencia y cohesión social.
En la etapa final de su gestión, la alcaldesa inició un recorrido de verificación arquitectónica para evaluar el estado físico, la operación de cada área y la eficiencia del mantenimiento realizado.
Paty Lobeira: Obras con impacto social
La revisión busca asegurar que la infraestructura se entregue en condiciones óptimas y continúe cumpliendo su función dentro del tejido urbano.
Uno de los puntos emblemáticos del recorrido fue la unidad deportiva La Pinera, cuya transformación significó prácticamente una reconstrucción desde cero.
La modernización de su iluminación, la reconfiguración de espacios y la adecuación para actividades familiares la convirtieron en un referente de recuperación arquitectónica con impacto social directo.
También formaron parte de este análisis otras áreas como la unidad deportiva “Roberto Bueno” y parques del fraccionamiento Floresta, todos integrados en una estrategia de regeneración comunitaria.
Trabajo integral
Dichas acciones se complementan con obras mayores como la renovación del Centro Histórico, el rescate de callejones tradicionales, la transformación del parque Zamora y la mejora de vialidades en diversas colonias.
Con ello, Paty Lobeira plantea una visión urbana que prioriza orden, funcionalidad y espacios humanizados.
Al concluir su administración, la alcaldesa reafirma que su legado es una ciudad mejor estructurada, iluminada y preparada para fomentar la interacción comunitaria a través del diseño urbano.











