A 210 días del inicio de la Copa Mundial 2026, los responsables de la organización del evento en Monterrey, Nuevo León, coinciden que marcará un antes y un después para la ciudad y para el estado, pero para lograrlo, reconocieron deben superar desafíos monumentales de logística y coordinación.
Durante el Expansión Summit Monterrey, Bernardo Bichara —presidente ejecutivo del Consejo de Administración de Parque Fundidora y coordinador del Fan Fest Monterrey—, Francisco Rodríguez —Host City Rights & Comercial de Monterrey—, y Antonio Martínez —tesorero municipal de Monterrey—, detallaron los avances y los retos para recibir a miles de visitantes y proyectar a la ciudad ante el mundo.
Francisco Rodríguez recordó que el proceso para que Monterrey se convirtiera en sede del Mundial 2026 comenzó hace años y ha sido especialmente complejo.
“Es un proceso largo, megaestructurado, bastante burocrático. Y es un ente que ha construido una marca durante más de prácticamente 100 años… exige el máximo detalle, el máximo cuidado y la máxima calidad”, dijo al explicar los requisitos técnicos y administrativos que la ciudad ha cumplido desde 2017.
Si bien reconoció “no está todo resuelto”, aseguró que Monterrey ya muestra resultados destacados frente a las otras 15 sedes donde se jugará el Mundial. «Creemos que tenemos el mejor ecosistema en ese sentido, en trabajo de comité, autoridades y así ha sido demostrado y ya han empezado a salir resultados de la sede entre las 16», dijo.










