En la industria hotelera de lujo, la baja ocupación no es motivo de preocupación, sino una estrategia deliberada. Según expertos en hospitalidad, cuando un hotel de lujo está medio vacío, ofrece una experiencia exclusiva y personalizada, lo que fortalece su promesa de marca.
La importancia de la baja ocupación
Julian Brittano, desarrollador hotelero y CEO de The Rook Hotels y The Cornerstone Collection, explica que una menor cantidad de huéspedes permite al personal brindar un servicio más personalizado, creando momentos especiales que serían imposibles en un entorno más concurrido. La baja ocupación se percibe como exclusividad y fortalece la equidad de la marca.
Estrategias de precios y exclusividad
Minkyung Kim, profesora asistente de marketing en la Carnegie Mellon University, coincide en que los hoteles de lujo aceptan la baja ocupación como un costo necesario para ofrecer una experiencia de alta calidad. En lugar de bloquear inventario, utilizan precios agresivos que pueden superar los $1,000 por noche, filtrando a los viajeros y garantizando un ambiente menos concurrido.
Fuente: Inmobiliare











