En un contexto donde los costos de construcción en Colombia han llegado a crecer hasta 12% anual, el control eficiente de obra ya no es solo un buen hábito: es un factor crítico para evitar desviaciones que pueden elevar los presupuestos entre 10% y 15%, según estimaciones de Turner & Townsend.
Ante esta presión, la industria inmobiliaria corporativa del país está adoptando herramientas tecnológicas que hace pocos años eran impensables en la gestión convencional: drones, analítica avanzada, modelado BIM y flujos de trabajo Lean. Estas tecnologías no solo permiten vigilar el avance, sino anticiparse a los problemas que generan sobrecostos y retrasos.
De cámaras en el aire a centros de datos voladores
El uso de drones en obra dejó de ser un recurso meramente visual. Hoy, un solo vuelo puede generar miles de imágenes y modelos 3D capaces de mostrar con precisión cómo avanza un proyecto frente al plan original.
Estos modelos permiten:
Medir volúmenes de obra
Identificar desviaciones en tiempo real
Validar hitos constructivos
Comparar el avance físico con el cronograma planeado












