En México, cada vez más mujeres buscan ser dueñas de su vivienda, pero el acceso a créditos y financiamientos sigue siendo un reto. A pesar de que el 32% de los hogares en el país tiene una mujer como jefa de familia, la desigualdad en ingresos y apoyos financieros limita sus oportunidades para adquirir una propiedad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres reciben solo el 35.6% de los créditos hipotecarios y el 31.6% de los subsidios federales destinados a la vivienda, mientras que los hombres concentran el 60% y 66.8%, respectivamente.
Esta brecha se debe, en gran parte, a la disparidad salarial: Los hogares encabezados por mujeres tienen un ingreso trimestral promedio de $19,081 pesos, frente a los $29,285 pesos en los hogares con jefatura masculina.
A pesar de estos desafíos, la participación femenina en el mercado inmobiliario muestra avances. Datos de la empresa Tuhabi revelan que, en 2024, el 42% de quienes compraron una vivienda a través de su plataforma fueron mujeres, un porcentaje superior al promedio del sector. Esto indica que, aunque las barreras persisten, cada vez más mujeres logran acceder a la propiedad.