La presidenta Sheinbaum respondió a los cuestionamientos respecto a los recientes movimientos en la industria automotriz, como el aumento de producción de Ford en México, el retiro de modelos de Nissan en EE.UU. —decisión que aclaró ya estaba pactada previamente— y la inversión anunciada por Volvo.
“En el caso de los vehículos ligeros, Estados Unidos puso un arancel del 25% a todo el mundo, pero para México y Canadá se estableció una excepción en autopartes, que actualmente tienen un 0% de arancel mientras el Departamento de Comercio no defina otra cosa”, explicó la mandataria.
Sheinbaum destacó que, a pesar del contexto complejo, México mantiene el diálogo abierto con empresas del sector.
“Personalmente he hablado con varios de los CEOs globales de las automotrices. La mayoría nos ha dicho que no piensan mover operaciones de México. Mover una planta automotriz no es cosa sencilla; lleva años y requiere una gran inversión”, subrayó.
La presidenta también informó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajó hoy a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, con el fin de abordar no solo el tema automotriz, sino también los aranceles al acero y al aluminio.