México, a 23 de agosto.- Uno de los paradigmas que disolvió la pandemia fue la del trabajo presencial, ya que los confinamientos permitieron a empresas de todo el mundo experimentar con esquemas a distancia y más recientemente híbridos, lo que, a su vez dio paso a la reformulación de asentamiento de las personas, quienes ahora visualizan su lugar de residencia en lugares descentralizados, destaca el empresario mexicano Hugo Salinas Sada.
Al respecto, detalla que, no solo el mercado nacional se ve incentivado por adquirir viviendas en zonas que anteriormente solo se percibían como de descanso, sino también un gran segmento de extranjeros, principalmente norteamericanos (Estados Unidos y Canadá) y europeos, han volteado a las zonas turísticas mexicanas, en donde encuentran el lugar ideal para adquirir una vivienda de lujo.
“Sin las ataduras de tener que estar físicamente en sus países de origen para seguir laborando en una empresa, se multiplican las posibilidades de residencia. Finalmente, todos aquellos turistas que por años se vieron seducidos por los escenarios naturales y arquitectónicos de México, tienen a su alcance radicar en el país” explica Hugo Salinas Hada.
A propósito de esta tendencia, juega a favor la ley, específicamente el Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual faculta a extranjeros con la posibilidad de adquirir bienes raíces en México; no obstante, precisa el empresario mexicano, esto fue posible desde 1993, a través de la Ley de inversión Extranjera y mediante la Cláusula Calvo, que estipula la firma de un convenio entre el extranjero adquiriente y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Experiencias inmobiliarias conquistan a la generación post pandemia
De la misma forma, Hugo Salinas Sada apunta a que otras razones que fundamentan el interés de extranjeros por viviendas de lujo en México, principalmente en zonas turísticas como la Riviera Maya, Los Cabos o San Miguel de Allende se debe a las experiencias inmobiliarias que los desarrollos en dichos lugares ofrecen a sus futuros residentes.
“Dentro del ámbito del Real Estate es bien sabido que las inversiones inmobiliarias representan un buen plan para proteger el capital, pero si a eso le sumamos lo que complejos como Corasol en la Riviera Maya ofrecen a través de sus experiencias y amenidades, es lógico que haya un gran interés en México de parte del mercado internacional”.
Además, Hugo Salinas considera que, si bien la crisis modificó la forma en que las personas viven, trabajan y consumen, también acentuó las necesidades fundamentales que se buscan en una vivienda de lujo, que a decir del consenso de los especialistas inmobiliarios coincide en integrar una ubicación privilegiada, materiales de fabricación de alta calidad, privacidad, todos los servicios disponibles y una distribución interior equilibrada y armónica.
Finalmente, el reconocido empresario hace énfasis en los inmuebles que al igual que Corasol, van acorde al estilo de vida de las generaciones post-pandemia, las cuales promueven la seducción del mercado tanto nacional como internacional a través de espacios más amplios y cómodos; cobertura de necesidades de entretenimiento, trabajo y convivencia familiar; así como una ubicación única en armonía con el medio ambiente.