El mundo de los hongos ha atraído mucho interés y parece que se está poniendo muy de moda últimamente. Una nueva exposición en Somerset House en Londres, por ejemplo, está dedicada a «el notable hongo». No es de extrañar: se nos promete que los hongos pueden ser la clave de un futuro sostenible en campos tan diversos como la moda, la limpieza de derrames tóxicos, la salud mental y la construcción. Es en este último campo en el que se encuentran mis propios intereses.
El cambio climático es el problema de diseño fundamental de nuestro tiempo: los edificios son enormemente cómplices de la crisis. Juntos, los edificios y la construcción contribuyen con el 39% de la huella de carbono del mundo. La energía utilizada para calentar, enfriar y alumbrar los edificios representa el 28% de estas emisiones: los hogares son los mayores emisores de gases de efecto invernadero desde 2015, y representan una cuarta parte del total de las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido en 2017.
El 11% restante de las emisiones de carbono de los edificios son las asociadas a la construcción y los materiales de construcción. La industria de la construcción del Reino Unido, por ejemplo, utiliza alrededor de 400 millones de toneladas de materiales cada año y aproximadamente 100 millones de toneladas se convierten en residuos. El cemento por sí solo es responsable de un enorme 8% de las emisiones globales de CO₂. Compare esto con la muy difamada industria de la aviación mundial, que emite el 2% de todas las emisiones de CO₂ inducidas por el hombre. Los edificios y, por asociación, la industria de la construcción, son profundamente responsables del cambio climático.
Es evidente que existe una necesidad real de que la industria de la construcción reduzca el impacto de su uso de materiales y energía y de que participe en la transición hacia una economía más sostenible mediante la investigación y el uso de materiales alternativos. No es una pregunta absurda: tales materiales ya existen.
Materiales de hongos
Y sí, uno de esos materiales resulta ser derivado de los hongos: los compuestos de micelio. Este material se crea mediante el cultivo de micelio – el cuerpo principal en forma de hilo de un hongo – de ciertos hongos productores de hongos en los desechos agrícolas.
El micelio está compuesto principalmente por una red de filamentos llamada «hifas», que actúa como un aglutinante natural, creciendo para formar enormes redes llamadas «micelio». Éstas crecen al digerir los nutrientes de los desechos agrícolas mientras se adhieren a la superficie del material de desecho, actuando como un pegamento natural auto-ensamblable. Todo el proceso utiliza el crecimiento biológico en lugar de los costosos procesos de fabricación que consumen mucha energía.
Los materiales de micelio ofrecen una oportunidad apasionante de convertir los desechos agrícolas en una alternativa de material de bajo costo, sostenible y biodegradable. Esto podría reducir potencialmente el uso de materiales dependientes de combustibles fósiles. Los materiales son de baja densidad, lo que los hace muy ligeros en comparación con otros materiales utilizados en la construcción. También tienen excelentes propiedades térmicas y de resistencia al fuego.
Arquitectura fúngica
Hasta la fecha, los materiales de micelio se han utilizado de varias maneras inventivas en proyectos de construcción. Una compañía particular de la que cabe destacar es The Living, una empresa de arquitectura con sede en Nueva York que diseñó una torre de micelio orgánico conocida como «Hy-Fi» en el patio del espacio PS1 del MoMA en el centro de Manhattan. Diseñada como parte del Programa de Jóvenes Arquitectos del MoMA, la estructura ilustra el potencial de este material biodegradable, en este caso hecho de residuos de granjas y hongos cultivados en moldes con forma de ladrillo.
Otro proyecto destacado es MycoTree, una estructura de ramificación espacial hecha con componentes de micelio de carga. Este proyecto de investigación se construyó como pieza central de la exposición «Más allá de la minería – Crecimiento urbano» en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Seúl 2017 en Seúl (Corea). El proyecto ilustra una visión provocadora de cómo los materiales de construcción hechos de micelio pueden lograr la estabilidad estructural. Esto abre la posibilidad de utilizar el material de forma estructural y segura dentro de la industria de la construcción.
Los materiales de micelio también han sido analizados para usos que van desde absorbentes acústicos, materiales de embalaje formados y aislamiento de edificios. Y la NASA está investigando actualmente el uso del micelio para construir viviendas habitables en Marte.
Edificios reciclados
Estoy investigando el desarrollo de materiales de micelio utilizando materiales de origen local como la paja de trigo. La paja de trigo es una fuente barata y abundante de residuos en la región de Yorkshire, por lo que sería una fantástica materia prima para la construcción. Mi principal objetivo es desarrollar un material para su uso en aplicaciones no portantes, como la construcción de paredes internas y el revestimiento de fachadas. El material muestra propiedades estructurales similares a las de materiales naturales como la madera.
El desarrollo de materiales de micelio a partir de residuos agrícolas de origen local podría reducir la dependencia de la industria de la construcción de los materiales tradicionales, lo que podría mejorar su huella de carbono. La fabricación de compuestos de micelio también tiene el potencial de ser una importante fuerza impulsora en el desarrollo de nuevas bioindustrias en las zonas rurales, generando un crecimiento económico sostenible al tiempo que se crean nuevos puestos de trabajo.
La industria de la construcción se enfrenta a una elección. Debe ser revolucionada. Si seguimos como hasta ahora, debemos vivir con las consecuencias potencialmente catastróficas del cambio climático.